
“Cuanto más nos torturen, más lucharemos”
Irene Alconchel. Zaragoza
12/03/13 · 8:00 Diagonal Global
Hassana Aalia siguió el juicio atento, como la mayoría de los saharauis, pero especialmente alerta, a sabiendas de que su nombre estaba entre el de los acusados. El joven vivió con expectación, a cientos de kilómetros de la Corte en Rabat, el largo proceso en el que él, junto a otros 24 saharauis, ha sido juzgado por el violento desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik el 8 de noviembre de 2010. A través de una radio que emite desde los territorios ocupados del Sáhara Occidental, Hassana recibió atónito la noticia en el País Vasco, donde vive con una familia y aprende castellano. A sus 24 años el peso de la sentencia fue muy elevado: cadena perpetua por un delito por el que ya había sido detenido, juzgado y puesto en libertad. Si hay un caso que especialmente llama la atención entre las históricas condenas que dictó el Tribunal Militar marroquí la madrugada del 17 de febrero, es el de Hassana.