Un equipo español ha exhumado a las víctimas, ejecutadas en 1976 por el ejército marroquí. Dos de ellas son padre e hijo. Entre los restos hay dos menores de edad. Los forenses hallaron entre los huesos sus carnés de identidad y vainas de fusil. Un testigo que presenció los fusilamientos cuando tenía 13 años señaló el lugar. Las fosas se encuentran a 400 kilómetros de los campamentos de Tinduf.